LA LA LAND: Mia y Sebastian llegan a Los Ángeles, cada uno con su sueño dorado: convertirse en estrella de cine y rescatar el jazz puro. Ambos consiguen lo que tanto anhelaban a costa de separase y olvidar su gran amor. Acabamos la película con sensación de tristeza a pesar del aparente triunfo profesional, porque lo esencial pasa a segundo plano. Muchas veces la felicidad se encuentra en hacerlo compatible, conciliar como decimos ahora.