En la película escuchamos a James Barr decir que JACK REACHER no se detiene ante nada, solo distingue lo que está bien y lo que está mal. ¡Cuánta energía emana de esta sencilla norma! El amor a la verdad define la identidad, la hace creíble. Puede parecer fácil, pero requiere no enmascarar el propio interés bajo una pretendida objetividad. Vale la pena dejar el propio yo de lado, no personalizar, porque ese desprendimiento personal trae consigo la serenidad… No en vano se ha dicho “la verdad os hará libres”