En la película Brooklyn la mirada limpia y profunda de Eilis parecía expresar una gran fuerza, pero “se caen los palos del sombrajo” cuando regresa a su pueblo y oculta a los suyos que estaba casada. Empieza entonces una huida hacia adelante en falso, ignorando su verdadero ser. Cuantos malos ratos podríamos evitar cortando antes, evitando “jugar con fuego”