En los Premios Goya ha sido refrescante oír a Raúl Arévalo diciendo “muchas gracias por quererme tanto” Y es que todos necesitamos sentirnos queridos para actuar con seguridad y confianza, para sacar adelante nuestro mejor yo. Este director novel parece sin embargo veterano en el arte de apreciar el amor… y es que cada persona quiere distinto, como ella es, y necesita sentirse reconocida para aprender a querer más y mejor. En esta reciprocidad del cariño –dar y acoger- las dos posturas se demuestran importantes. Muchas gracias Raúl por compartir con nosotros tu agradecimiento.